Denominación PR. AS-4
Duración 3 horas
Tipo Circular
Emplazamiento Cabo Busto
Distancia 7km aprox.
Punto de partida Escuelas de Busto
Grado de dificultad Fácil
Protección Paisaje protegido de la costa occidental
Época aconsejada Todo el año
Accesos Por la A-8, tomando la salida 462 hacia el centro de Busto, con dirección a la capilla
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Flora: pino marítimo, beriz, urciona, armería, vulneraria, ocle.
Fauna: Gaviota clara, algaraván, cormorán moñudo o mavea, garza real, cuervo, pito negro.
Recomendaciones: respeta las plantas, animales, viviendas, la vida rural y el silencio del paisaje. No tires basura en ningún sitio. Camina por el sendero, los atajos rompen la traza del camino y contribuyen a la erosión del suelo. Cierra los portones, verjas, trancas y puertas de cabaña. Lleva ropa y calzado cómodo.
Sendero por el Cabo de Busto. El trayecto circular en torno al Cabo de Busto, atraviesa pinares de pino marítimo y prados de siega con un acompañante de excepción: el mar Cantábrico. Este P.R. enlaza con el futuro G.R.-9, sendero europeo costero báltico atlántico, a su paso por Asturias.
En la hermosa llanura del Cabo de Busto, festoneada por escarpados acantilados rocosos, se asienta el pueblo del mismo nombre. El disfrute de la naturaleza es el principal atractivo que Busto ofrece al visitante, y el mar es el protagonista de la escena.
Geológicamente el cabo de Busto está constituido por materiales cuarcíticos del Paleozoico. Se encuentra dentro de la franja del continente que mira al mar y se ha denominado rasa litoral. Entre las especies arbóreas que se pueden encontrar están: castaños, robles, pino marítimo y eucaliptos. La mayor parte se encuentra transformada en pastos de siega de vallico, raigrás, trébol pratense, grama; los brezales constituyen una de las comunidades vegetales dominantes del cabo.
Entre los animales que se pueden ver están la Gaviota argenta, cuervos, urracas, ardillas y corzos en algún claro del pinar.
Este paseo por el borde del mar discurre dentro de un núcleo rural con una intensa actividad agrícola-ganadera. El sonido del mar se mezcla con el graznido de las gaviotas, el cascabeleo de los arneses y cascos de los caballos tirando de sus carros. Así el paisaje visual se completa con una atractivo paisaje sonoro.
Desde la puerta de la capilla, dedicada a San Bartolomé, nos dirigimos hacia las Escuelas: un edificio que llama la atención por su robustez, construido en 1901. Continuamos, tomando el camino que discurre a nuestra izquierda, y enseguida llegamos al Mirador de la Playa de Cueva, donde recibimos la primera grata impresión de esta ruta: el recogido y bello pueblo de Cueva, a pocos metros del mar y la desembocadura del río Esva, surgiendo entre el bosque de sus orillas. En frente, las playas de Los Molinos, Chao y Portizuelo. Volvemos sobre nuestros pasos, y atendiendo a la señalización que nos indica el Cabo de Busto, tomamos el camino de la izquierda, que desciende suavemente entre pinares, para llevarnos a la Playa de Bozo. Aquí nos deberemos detener para admirar un paisaje peculiar de paredes verticales sobre el mar. Son los llamados buzamientos (por eso el nombre de Bozo o Bouzo), donde florecen entre las rocas unas tiernas flores amarillas, llamadas vulnerarias. Muy cerca, también crece la madreselva, que impregna de su olor todo el contorno. La playa de Bozo es de canto rodado y está al abrigo de todos los vientos. A la izquierda, nos encontramos con una cueva por donde entra el mar. En la bajamar los pedreros se comunican y se puede practicar el marisqueo.
Salimos de Bozo entre pinares y maizales, y regresamos al cruce para encontrar una señal con las rayas blancas y amarillas y el indicador del Área recreativa “Monte de Cabo. El lugar invita a sentarse en alguno de los bancos allí dispuestos y a comer algo en sus mesas. A partir de aquí, la ruta discurre por una senda muy bien señalizada, que bordea el mar. Nos podemos detener en los Miradores, que estratégicamente colocados, se alzan sobre acantilados de 70 m de profundidad. Desde el Mirador del Cabo, el más próximo al Faro, tenemos delante las islas de La Moura y de Las Mouchas; desde el segundo, la Playa del Serrón; desde el tercero, la isla del Salto; desde el cuarto, la Playa las Vatsinas. Llegados aquí, giramos a la izquierda, y luego tomamos una pista flanqueada por cipreses. Buscaremos en el centro del pueblo la capilla de donde hemos partido, junto al moderno hotel, La casa de las camelias, y ante el cercano aparcamiento donde podemos dejar nuestro vehículo.
A la belleza natural del entorno, se unen en esta ruta muchas notas de interés histórico, pues sus planicies han albergado los primeros momentos del poblamiento de Asturias. Utensilios de piedra tallada como bifaces, hendidores, raederas, etc. Pertenecen a la industria achelense del Paleolítico inferior. También tiene Busto un marcado interés ornitológico por ser hábitat de especies como el cormorán moñudo, la gaviota argenta, cuervos y ardillas, que le han dado la consideración de Paisaje Protegido de la Costa Occidental.
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